QUÉ HACER ANTE UNA RABIETA

Es importante tener presente que la frustración forma parte de la vida y que, aunque no se puede evitar, se puede aprender a manejarla y superarla. Es esencial aprender a tolerarla, pues esto facilita que nos enfrentemos con éxito a la vida. Por ello, cuanto antes aprendamos, mejor, ya que tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida (deseo, proyecto, necesidad…).
Cuanto este deseo, necesidad o proyecto no se cumple, es cuando experimentamos –niños y adultos- una serie de emociones como el enfado, la tristeza, la angustia, la ansiedad, etc.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA AYUDAR A NUESTRO HIJO/A A TOLERAR LA FRUSTRACIÓN?

Para enseñar al niño a tolerar la frustración, existen consejos útiles que detallamos a continuación.
Primero, debemos analizar qué ha podido llevar a esa situación, (¿normas y límites poco claros?, ¿carácter?) y comenzar, a partir de aquí, lo que sea necesario.

1. Dar ejemplo a nuestros hijos
Si los padres mantenemos una situación positiva ante situaciones adversas, les daremos ejemplo sobre cómo hay que afrontar los problemas. Si nos enfadamos o gritamos no les estaremos enseñando cómo tolerar la frustración.

2. Deja que lo haga solo
Aunque nuestro hijo se equivoque o no lo haga de la forma correcta, tiene que aprender a hacer sus tareas solo. No solo aprenderá a ver el error como algo positivo, sino que está desarrollando sus competencias y afianzando su autoestima.

3. Siempre con esfuerzo
Nuestro hijo tiene que aprender desde pequeño que las cosas se consiguen con esfuerzo. No le podemos dar todo resuelto porque no valorará nada. Tampoco le podemos dar tareas que no sea capaz de resolver por edad, madurez o habilidad. Si siempre le damos todo resuelto no asumirá retos, ni se equivocará no podrá aprender de sus errores. Además, aprenderá el valor del esfuerzo y a ser perseverante para solucionar situaciones adversas.

4. No ceder ante sus rabietas y enfados
El arma de nuestros hijos son las rabietas y enfados. Cada vez que cedemos ante estos comportamientos, ellos entienden que es la forma de conseguir todos sus deseos. Tienen que afrontar las situaciones problemáticas y aprender de sus fracasos.

5. Afrontar la frustración de forma constructiva
Para que los niños comprendan sus actitudes antes el fracaso o el error, den aprender a identificarlas y verbalizarlas. Hablar con ellos de lo que les ha ocurrido les ayuda a calmarse. Tenemos que escuchar cómo se siente y cuáles son sus emociones. Luego ya podemos ayudarles a entender su reacción y a buscar soluciones prácticas.